miércoles, 3 de julio de 2013

Pecadora

¡Que soy una pecadora!,
es verdad irrefutable,
pero que hermosos es pecar
amándote sin descansar…

Llenar mi cuerpo de ti,
sentir tus manos, 
tu aroma.

Tener tu sexo en mi boca,
tocar tu pecho, 
tu piel.

Perder conciencia y sentido,
saber que yo soy de ti,
tu mujer y tu destino,
y que tú eres para mi,
lo que Dios creó pensando,
que en tierra tenemos todos,
cielo e infierno en las manos.

Finalmente sucumbir,
a ti y a tus encantos.

Sentir como te vienes, 
dentro de mi sin reparo,
y me llenas al instante
de tu simiente,
embriagando mis sentidos
nublando mi discernimiento,
haciendo que me estremezca,
que mi piel se erice toda
y mi sexo cobre vida, 
que no me importe saber si es de día o de noche,
que sólo tuya quiera ser
y quiera morir en tus brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario